Bajo reformado con terraza en Sants
¡Descubre la elegancia y comodidad en este encantador piso en alquiler, ideal tanto para estancias por temporada como para larga estancia! Estratégicamente ubicado a un paso de l?Estació de Sants, este tesoro arquitectónico en planta baja te da la bienvenida con su entrada directa desde la calle, inundando cada rincón con luz natural y brindándote una conexión directa con el pulso de la ciudad. Este espacio, meticulosamente reformado y completamente equipado, se presenta como un oasis de modernidad y confort. El piso, amueblado con buen gusto, abarca una superficie de 53 m² (48 m² útiles) distribuidos de manera inteligente. Dos acogedoras habitaciones dobles de 14 y 12 m² respectivamente te ofrecen el descanso merecido, mientras que el espacioso salón comedor de 19 m² con cocina americana se convierte en el corazón vibrante de la vivienda. ¿Amante del aire libre? La joya de esta propiedad es su encantadora terraza tipo patio de 27 m², un refugio perfecto para disfrutar de momentos al aire libre en total privacidad. Además, cuenta con un práctico lavadero de 1 m², un baño de 2 m² con ducha y un aseo de 2 m² para tu conveniencia. Las comodidades modernas se integran a la perfección, incluyendo aire acondicionado (frío y calor), WiFi, ventanas de aluminio con doble cristal, suelos de gres, armarios empotrados y techos con vigas de madera vista. Para tu tranquilidad, se ha instalado un sistema de alarma y los suministros de agua y luz están dados de alta. Sumérgete en la historia con esta finca construida en el año 1897, que aporta un toque de autenticidad a tu experiencia. Además, la ubicación estratégica ofrece una excelente conectividad, a solo minutos de la estación de metro Plaça de Sants (L1 y L5) y diversas líneas de autobuses, facilitando tus desplazamientos por la ciudad. Este piso es un testimonio de estilo de vida contemporáneo en un entorno clásico. ¡Haz de este espacio tu hogar y descubre la perfecta armonía entre historia y modernidad! Sants es un barrio con una marcada identidad fruto de sus orígenes históricos: originalmente llamado Santa María de Sants, fue villa independiente de Barcelona hasta 1897, cuando se agregó a la Ciudad Condal. Por aquel entonces Sants tenía censados 19.105 habitantes y era un pueblo con un marcado carácter industrial. Ejemplo de ello son algunas de las fábricas más importantes del sector textil español, como La España Industrial o el Vapor Vell. En la primavera de 1883, los ayuntamientos de Sants y Barcelona decidieron, de mutuo acuerdo, la fusión de los municipios respectivos. Un año más tarde, el gobierno central decretaba la segregación por defectos de forma. El proceso fue retomado al año siguiente, cuando el Ayuntamiento envió de nuevo a la Diputación el expediente de agregación, documento que, durante más de dos años, durmió el sueño de los justos. En marzo de 1889, el Gobierno Civil instó a la Diputación a resolver el caso, que finalmente dio la razón a los intereses de la ciudad. Una comisión presidida por Rius i Taulet viajó a Madrid para dar un empuje definitivo al caso. Pero, una vez más, el expediente volvió a quedar parado.